EL JUEGO Y LOS TÍTERES
Son juguetes que nos enseñan algo a menudo olvidado por nosotros los profesionales: el muñeco está más vivo cuando se mueve, que cuando habla; nos recuerdan también que existe una manera primigenia de comunicarnos a través de unos objetos que imitan la vida, y que por tanto nos interrogan sobre nuestra condición, sobre nuestra manera de ser y comunicarnos. ¿Por qué nos gusta tanto jugar a crear esa apariencia de vida?...
No os pedimos que os convirtáis en niños y disfrutéis de la exposición, os proponemos que desde vuestra condición de adultos o niños, que se conceden la dicha de jugar, miréis estos objetos y recordéis, evoquéis, soñéis y disfrutéis tanto como nosotros lo hemos hecho en su búsqueda y reencuentro.
Fondo de la Casa de los Títeres de Abizanda